El terreno de Roques es a día de hoy, sin lugar a dudas, el más famoso de todos. Esta declaración puede parecer, exagerada, particularmente sorprendente, provocativa y, aunque resulta obvio que han pasado dos siglos, el terreno proviene de la famosa pareja Bourguignon, experta en la tierra de cultivo y famosa por la creación del LAMS, primer laboratorio de análisis de suelo. Responsables de la replantación de Romanée Conti y con amplio reconocimiento en el medio por sus posiciones. Estudiaron más de 5,000 tipos de suelos en Europa y el mundo, para después elegir la planicie de Cahors para sus pruebas a escala real.

El terreno de Cana Roques se caracteriza por sus sedimentos de arcilla, roja y amarilla, así como de cal. Esto permite una gran mineralización de las raíces y una frescura inusual a los vinos del Dominio. Los sedimentos de hierro abundan, pero son muy balanceados, lo que permite el desarrollo de sabores condimentados, los cuales, aunque se encuentran muy presentes, nunca abruman el sabor afrutado único presente en su designación.

Las bodegas del Dominio de Roques Cana practican el cultivo racional. Este método permite tener mayor control y disminuir el uso de fertilizantes y procesos químicos, mientras se persigue un crecimiento tanto biológico como ecológico. Este método no afecta la calidad de los vinos, por el contrario, asegura un producto con una calidad en sabor óptima.